En primer lugar suelen tener el físico de una modelo, un estilo estudiado al milímetro con la perfección de un diseñador de alta costura, páginas webs de la talla de una editorial de Vogue, reportajes fotográficos con la calidad de un shooting profesional, etc.
Muestran estilismos completamente imponibles, como una falda sin medias un día de invierno en París, abrigos colgados de los hombros como si en los brazos o en el resto del cuerpo no se sintiese frío, stilettos para pasear en calles empedradas y vestidos de fiesta para ir a comprar el pan.
Por no hablar de los blogs de street style, porque si viniesen a fotografiar a mi calle no serían para nada iguales, mucho menos glamurosos por supuesto.
Todas ellas, las famosas me refiero, las que prácticamente pueden vivir de ello, pertenecen a una élite social muy fuera del alcance del resto de humanos. No todos podemos permitirnos el lujo de comprarnos zapatos como paquetes de chicles. Entonces, ¿qué es lo que nos atrae tanto de ellas? Tengo mi propia teoría, y es que a pesar de ser tan inalcanzables una vez lo analizamos, no las vemos encima de una pasarela o en un front row para ser fotografiadas, por lo menos al principio. Cuando salen en los medios se nos recuerda que también habían sido gente anónima, mortal, como nosotros, y eso nos da la esperanza de que algún día podremos ser como ellas, con su sentido del estilo, ese carisma, y todas las cosas de las que disfruta una it girl. Es la perfección disfrazada de normalidad lo que nos atrae, puesto que estamos cansadas de compararnos con ángeles de Victoria´s Secret o con divas como Beyoncé. Siempre preferiremos inspirarnos en una chica guapa y rica que viste bien, y que de vez en cuando nos muestra que tal queda un vestido de Zara ( "low cost") en una talla 34, ¿o no?
¿Parece o no parece un reportaje de una revista?
Esto es lo que aparece si buscamos Olivia Palermo casual
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